Por Saioa Arando Lasagabaster, investigadora consorcio YSJ Economía Social y Mondragón Unibertsitatea – MIK
Si hay algún lugar en el mundo donde la Economía Social tiene un destacado reconocimiento en toda la sociedad, ese lugar es el País Vasco.
La Economía Social en el País Vasco es tan rica y variada como en cualquier otro lugar del planeta, pero principalmente son las cooperativas y las sociedades laborales las que han contribuido al éxito de esta forma de economía en una economía desarrollada como es la vasca.
El movimiento cooperativo del País Vasco que cuenta como icono al Grupo Mondragon es uno de los casos de mayor éxito a nivel mundial. Desde 1956 (año en que se inauguró la primera cooperativa) la experiencia ha ido creciendo hasta contar en la actualidad con 289 entidades, de las cuales 110 son cooperativas, 8 son fundaciones y 1 mutua (el resto son empresas que no estás catalogadas dentro de la Economía Social). Durante este período, las cooperativas de grupo han ido evolucionando: han redefinido el modus operandi de las organizaciones, han intentado trabajar su identidad, han apostado por la transformación social y han generado un capital social que hace que la sociedad que la rodea tenga unas características singulares.
A pesar de tener una trayectoria larga, el movimiento cooperativo vasco (tanto dentro como fuera del Grupo Mondragón) sigue intentando expandirse y llegar a ámbitos donde hasta ahora había sido imposible llegar, como se ve en el caso de las junior cooperativas. Desde julio del 2013, los estudiantes del País Vasco cuentan con la posibilidad de crear cooperativas en un entorno educativo, para formarse en el ámbito del emprendimiento y el cooperativo.
A pesar de la gran riqueza que el cooperativismo presenta en el País Vasco, existen otras formas jurídicas que parten de los principios de la Economía Social: donde el capital se entiende como un instrumento para fomentar la experiencia laboral de las personas y donde los trabajadores son propietarios de su futuro laboral y participan en el capital de la empresa. Estas son las Sociedades Laborales, una forma de hacer empresa diferente de la empresa capitalista, con su modus operandi propio y que está sólo regulada por la legislación española.
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